10.12.08

La sirena


La pareja en cuestión eran otros españoles que habian llegado a la casa anexa a la nuestra,y aún no nos habiamos dirigido comentario alguno.
Por la mañana fuí a la playa temprano y los encontré tendidos con el cuerpo untado de crema.El hombre llevaba un calzón estampado de flores y la mujer un traje de baño de dos piezas que dejaba al descubierto su estómago...acomodados en los altos de las terrazas,un grupo de abuelos caprienses los miraban.La mujer nadaba enérgicamente hacia las rocas,y al llegar a uno de los escollos de Marina Piccola,donde según la leyenda se dice que Odiseo sucumbió al canto de las sirenas,comenzó a saludar con el brazo al hombre.Éste le contestò de igual manera.Estaba sentado sobre una toalla de colores y se puso de piè.-¿Hay medusas? -dijo,le contestè que no,que no habìa.El hombre, entonces me mostrò unas cicatrices que le marcaban el empeine del pie.
-¿Le picaron aqui?, no aquì nò,en La Manga de Murcia.
Los mirones se habìan dispersado poco a poco en busca de otras turistas y me zambullì en ese mar de color verde..

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Capri